21 julio 2007

"CUANDO SEAS PADRE COMERAS HUEVOS"



En la celebración del último cumpleaños del grupo entre las mil y una cosas de las que hablamos, estaba este blog y medio en broma medio en serio empezamos a imaginarnos espacios que se podrían incluir. Uno de dichos espacios era este "ACHICANDO AGUA DE MI CANOA", detrás de este titulo a caballo entre lo mito poetico y un episodio de Jeremias Jhonson, no hay más que la idea de plasmar algunas dudas, obstaculos, reflexiones, etc. que nos hacemos o nos encontramos los hombres en el camino hacia la igualdad.

La idea es más bien contar miedos y no convertirse en una especie de espacio de sabidiría "gurú" concentrada.

Dicho esto os animo a todos a que utiliceis esta "parada en el recodo" para hacer vuestras reflexiones.

Para dar ejemplo voy con la primera:

"CUANDO SEAS PADRE COMERAS HUEVOS".

Creo que en ocasiones los “hombres igualitarios” tendemos a considerar el hecho de ser padres, como la prueba definitiva de tu talante igualitario. Algo así como que para conseguir entrar en el “Club de los Hombre Igualitarios de Verdad” hay que pasar con éxito la prueba de acceso: “ser un padre igualitario”. Algo así como “cuando seas padres comerás huevos” o lo que le decían a las chicas “para ser mujer hay que ser madre”.
Pienso que en ocasiones eso de la crianza igualitaria hace que nos olvidemos de que el universo del cuidado es más extenso y además, siempre existen otros retos cotidianos para el equality man:

- Revisar las relaciones laborales con nuestras compañeras y aceptar las jerarquías cuando las jefas son mujeres
- Asumir que para que las chicas se promocionen laboral y socialmente, nosotros tenemos que sumergirnos en el espacio privado.
- Abandonar los sueños heroicos de salvar el mundo.
- Ser capaces de participar con humildad, sin buscar el continuo reconocimiento, prestigio, etc.
- Saber estar en un segundo plano.


Con esto no quiero quitar importancia a lo que conlleva de esfuerzo y de gratificación una paternidad presente. Para mi, supuso un volver a redefinir la relación con mi padre, aprender a recibir y dar cariño, aprender a cuidar, cuidarte y que te cuiden. Sólo quiero hacer una reflexión sobre como la paternidad igualitaria también puede convertirse en una forma de ponerse medallas, de competencia y de olvidar otros aspectos que los que aspiramos a otro modelo mas justo de ser hombre, no podemos olvidar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguimos en esa bonita canoa. Y encuentro este titular...

El hombre que corrió con su hijo en San Fermín, homenajeado en Las Ventas...
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/07/22/madrid/1185070102.html
Desde luego es impresionante. Pones en peligro bajo tu responsabilidad a un menor de edad, y encima te homenajean... por ser padre y por poner a tu hijo en peligro¡¡¡¡¡¡

En el libro de Victor J.Seidler "Masculinidades" aparecen extractos de un artículo publicado por Cristina Odone en The Observer en 2004 " los hijos siguen siendo el vergonzoso pequeño secreto de una madre que trabaja. Y en cambio el día del Padre se celebra el hecho de que los hijos constituyen el trofeo más visible del padre trabajador". pp.104

no soy papá, pero soy hijo. Es un tema delicado porque nos remueve emociones encontradas, la cuestión es la paternidad en muchos hombres puede entroncarse con la noción tan masculina de "orgullo" de ser padre... ¿ o no? la reflexión está abierta....

besos a todos aquellos papás igualitarios que reflexionan sobre estos temas desde su particular canoa.... dani, hombrecitos de madera.