10 octubre 2007

MIS MICROMACHISMOS (Un poquito de humildad por favor)


MIS MICROMACHISMOS (Un poquito de humildad por favor)

Siguiendo con la serie de éxito “ACHICANDO AGUA DE MI CANOA”, me gustaría aportar un capítulo a la misma. El concepto de micromachismo está presente en muchas de nuestras actitudes a lo largo del día, por nuestra propia socialización, como por la resistencia a ser de otra manera.

Cuando comencé a plantearme mis actitudes como hombre me llevé una gran sorpresa y asombro. Cómo era posible, que hasta ese momento hubiera actuado de esa manera, me sentía un poco culpable y hasta avergonzado. Aunque en ese momento pensé, hay que ponerse manos a la obra. Desde aquel día en casa de Dani hasta ahora han pasado cinco años, por lo que hay cosas en mí que han cambiado.

Yo era un chico al que lo de las tareas domésticas no iba mucho con él, hacía la cama y vámonos que nos vamos. Mi madre me lo hacía todo (comida, lavar y planchar la ropa, comprarme ropa,…), o sea, como muchos chicos en aquellos tiempos. Cuando empiezo a pertenecer al movimiento social de la educación en el tiempo libre muchas de mis actitudes y valores cambian, por supuesto a ser más tolerante y solidario. El tema de la coeducación y la igualdad lo trabajamos poco y la profundización en el tema fue muy escasa. Hasta que no empiezo a pertenecer al grupo de hombres “Hombrecitos de madera” no empiezo a plantearme cuestiones relacionadas con mi propia masculinidad.

La renuncia a muchos privilegios que tenía no ha sido fácil de realizar, y en la actualidad en ciertos contextos sigo disfrutando de ellos, por ejemplo: todavía cuando voy a casa de mi madre a comer hay momentos en los que me relajo demasiado y pienso que no es una postura justa y rápidamente me activo, pero sigo relajándome. Todos esos privilegios a los que me refiero creo que todos y todas sabemos a qué me refiero. Estos me fueron impuestos por el mero hecho de ser un hombre, caso que la verdad ha sido y es un poco incómodo, y no me ha hecho ningún favor, ni a mi familia y amigos / amigas tampoco.

El proceso que toca en este momento es el de “desaprender” todas esas conductas que nos hacen ser una persona menos libre. Pienso que el “desaprendizaje” es más complicado que el proceso de aprender. En primer lugar te sitúas en otro nivel, ya existen ciertas actitudes muy arraigadas en ti (infancia, escuela, universidad,…) que te planteas cambiar. Además estamos hablando de renunciar a ciertos privilegios que por el mero hecho de ser un hombre tengo. En segundo lugar, buscas nuevos modelos de masculinidad que te sirvan de referente y puedas un poco tener un feedback de tus nuevas actitudes. Es importante la presencia de nuevos modelos, pero también el esfuerzo a cambiar ciertas actitudes y renunciar hace que el contexto social donde te encuentras te vaya reforzando esas nuevas actitudes, y te vayas sintiendo mucho mejor.

Para darte cuenta de todos los micromachismos que pueden rodearte creo, que primordialmente hay que ser humilde. Reconocer que ciertas actitudes que mantienes no son justas y debes cambiarlas.¡¡ Que importante eso de la humildad en los hombres!!, con todas las connotaciones de debilidad que supone para la sociedad masculina. Por otra parte, hay que quererse a uno mismo, debemos de ser capaces de darnos cuenta de que ciertas actitudes machistas nos perjudican seriamente la salud.

En definitiva, tenemos que dar un paso hacia adelante y mostrarnos tal como queremos ser, más igualitarios, más cariñosos, más justos, más cuidadores, más receptivos, más críticos con los hombres, más espontáneos.

Personalmente sigo en mi voluntad por seguir cambiando a otro modelo de masculinidad más igualitario y más comprometido. Reconozco que ciertos cambios no son fáciles y que tengo mucho que trabajar pero lo importante es querer y hacerlo con humildad.

Besitos de serrín. CHAMI.

1 comentario:

Anónimo dijo...

precioso hombrecito chami, gracias por tu reflexión compartida. esa ranita con rosa oé oé.
creo que para bien o para mal, cada uno tiene que mostrar el cambio que quiere ver, cada uno es el modelo. recuerdo cuando algunas compañeras feministas nos decían que la falta de modelos era una excusa para un cambio plenamente igualitario, no tenían modelos, y los inventaron... gracias por tu reflexión, que me ayuda en la mía para la reunión del lunes. besos de madera, dani.